Los cuernos sobre la mesa, ¿o mejor debajo?

y es que no se lo que esta pasando ultimamente, que todo son cuernos, cuernos, cuernos por todas partes...ya no vuelan moscas, vuelan cuernos, ya no escribimos con boligrafos, lo hacemos con cuernos quemados.

2011, este extraño año que esta apunto de terminar, ha sido, sin lugar a dudas el año de los cuernos, el que se han puesto matrimonios estables, el de la canita al aire, el de la pareja recien formada que aun no ha establecido claramente los limites de lo sorportable y lo  no soportable.

¿todos los cuernos nos iguales? La experiencia, y los años, y algun cuerno sufrido, para que negarlo, me dice que no. Yo, que a mis veintipico me declaraba totalemente en contra de unos cuernos, a mis treinta-y-pocos, me declaro ligeramente tolerante. Eso si, con varias excepciones, a saber:

- Toleraria unos cuernos de una noche loca. Siempre y cuando no hubiese mas amor que el propio, que no fuese algo meditado ni preparado y siempre y cuando no sentara precedente. Para que se se siente precedente, me siento yo, que siempre se está mas incomoda de pie, no se si me explico.

Eso si, si me ponen los cuernos (pequeña aclaracion personal: cariño, no va por ti, es solo un pensamiento general) no querria bajo ningun concepto que me lo contaran. Eso no quiere decir, ni mucho menos, que en mis relaciones abra la veda a la infidelidad. Una pareja es cosa de dos, y a mi eso de las relaciones abiertas me suena, como diria mi madre, "mu moerno", y yo reconozco que de moderna tengo poquito. De hecho, si hubiese una religion lesbica, probablemente yo seria sacerdotiza, o mas aun, seacertretiza, porque ya que me pongo y hago dos tizas, saco tres, no vaya a ser que luego nos falte una.

Pajas mentales aparte, motivadas posiblemente por el exceso de azucar navideño, y volviendo a la seriedad del tema... ¿por que contar a tu pareja que le has puesto los cuernos? Porque no puedo vivir con una mentira, responderian mas de uno/a. Ja! claro que puedes, de hecho, ya lo has hecho, ya has roto algo. Lo que no puedes es cargar con la culpa, cosa que te lleva a decirlo. Lo normal en estos casos, es que la persona afectada, la cornuda, en dos palabras, plantee mil y una preguntas, la primera ¿la conozco?, la segunda ¿te lo hizo mejor que yo?, la tercera ¿va a volver a pasar?. Automaticamente se producen las siguientes respuestas: no, no, no.

¿Y ahora que? ahora la pelota esta en tu tejado. Tu, que no has jugado, que no has podido ni salir al campo a pelear, tienes que decidir. ¿Sacamos la pelota fuera o volvemos al centro del campo?

Yo,  como ya he dicho antes, optaria por una tercera solucion, retrasar un par de minutos el reloj, y  borrar el momento de la confesion.Vivir en la ignorancia es mas cómodo, y yo ya he llegado a un momento de mi vida en el que he aprendido que ya que vamos a viajar, hagamoslo en primera clase.


Tostada quiere pedir disculpas por la gran tardanza en volver a publicar, porque se que hay gente que lo esperaba con cierta ansia.

T.