viernes, 14 de enero de 2011

Ella y El

Cuenta una historia, que hace muchos años un hombre de apenas 20 años, sin ningun futuro por delante y con ganas de llegar a algo decidio salir de su pueblo natal y conocer mundo. Como no tenia dinero, se le ocurrio que la mejor forma de hacerlo era apuntarse en la Marina Italiana, y asi conseguir al menos alejarse de todo aquello cuanto odiaba.

Pasados varios navegando, decidio que ya era hora de poner pies en tierra firme, yendo primero a Canada, luego a Francia y por ultimo a Holanda. Se instaló en Amsterdam, y trabajo en todos aquellos sitios donde le permitieron hacerlo. Un dia su destino se cruzo con el de una muchacha rubia, alta y elegante, que salia todas las mañanas de su trabajo en una centralita de un banco a tomar un cafe en un bar cercano. A él, ella se le antojo casi inalcanzable, lo que le hizo ponerse el reto de conseguirla. Y asi fue, despues de varios meses empezaron a frecuentarse. Se gustaron, se enamoraron y empezaron a salir. La familia de ella, familia de bien en epocas anteriores a la guerra se opuso a esa relación. El dijo que abandonaba, que su origen siempre seria el que es y por desgracia, su suegra nunca iba a aceptarle, por pobre y por italiano. Este rechazo le hizo volver a odiar, y a sentir esa necesidad de escaparse que ya habia sentido años atras. Ella le siguio, enamorada, convencida de que estaba haciendo lo correcto.

Se instalaron entonces en Amberes, donde, ya casados, montaron un restaurante de comida italiana. Ella siguio viendo a su familia durante los veranos, dias que aprovechaban para viajar a España y disfrutar del sol y de las playas. Despues de uno de estos viajes, ella le propuso que abandonaran Belgica y se vinieran a España. Corria el año 70 en una Malaga que ha cambiado tanto, que lo que en su dia era la terminal del aeropuerto, hoy nos parece una simple caseta.

El siguio haciendo lo unico que sabia, trabajar, trabajar y trabajar. 7 dias a la semana, sin descanso, sin horario, con el unico afan de no ser nunca mas un pobre que no tenia donde ir. A los 5 años de instalarse aqui, nacio un niño, de pelo rubio y ojos grises. Un niño que vivia 6 dias a la semana con otra familia, porque habia que trabajar, trabajar y trabajar, para seguir convenciendose que habia conseguido algo. Cinco años despues, vino otra criatura al mundo, esta vez niña, rubia tambien, y entonces cambiaron un poco las cosas. Ella planto cara y dijo que queria tener a sus hijos en casa, y asi fue como se hizo. 12 años despues, decidieron dejar el negocio y disfrutar, pero él, que habia dedicado todo su esfuerzo y su tiempo a trabajar se encontro con que no sabia disfrutar y ella se dio cuenta de que el hombre al que tanto amaba no era en realidad el hombre que tenia a su lado.

Pasaron entonces unos años algo duros, de frecuentes peleas, gritos y hasta agresiones fisicas de ella hacia el, que en aquel entonces no eran mas que una riña de pareja y estaban permitidas y toleradas por todos.

Ella decidio entonces tomar las riendas de su vida, ponerse a trabajar por su cuenta y a ganar cierta autonomia, cosa que nunca habia tenido estando al lado suya.

Vino una epoca mas dificil aun, en la que ella hablaba de divorcio y el se ausentaba durante largas semanas del hogar. Por alguno motivo que desconozco, quizas costumbre, quizas amor, decidieron no hacer caso a sus diferencias y seguir juntos.

Hoy han pasado mas de 45 años desde que esta historia empezó. Ella, mi madre, aun se confiesa enamorada de él, a pesar de todo, de lo que han cambiado los dos con el paso de los años, de otras historias paralelas que han ido surgiendo por el camino. El, de vez en cuando, todavia le compra flores, que ella hace como si no las viera, y asi puede seguir quejandose del poco caso que el hace él, mi padre, que sigue poniendose "loco de celos" cada vez que ella va, aunque solo sea durante un par de dias, al que fue su pais.


T.

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