domingo, 11 de noviembre de 2012

Si yo te quiero y tu me quieres

Con una premisa así, debería ser suficiente para que una relación entre dos personas funcionara, al menos, en teoría. 

Si yo le quiero, y ella me quiere a mi... ¿por qué no esta conmigo? ¿qué nos falta? Con este tema de conversación tan profundo compartí hace unos días un almuerzo con un compañero de la oficina. 

- Quizás no es lo que os falta, si no todo lo que os sobra, le dije yo. Sobra su apego a lo conocido, la comodidad que otorga un sofá con cierto aroma familiar. La seguridad de una vida que ya conoce, que no le termina de hacer feliz, ni lo suficientemente infeliz como para que decida romper con todo, ponerse el mundo por bandera, e irse contigo allí donde tu le propusieras. 

- Las mujeres sois demasiado complicadas para mí, deberíais de venir con un libro de instrucciones debajo del brazo. - Dímelo a mí, que siendo mujer y lesbiana,  a día de hoy yo también me sigo equivocando. Quien tenga la certeza absoluta de como es el ser humano en general, que levante la mano, y que lo haga pronto,  Dios!

- No te ha vuelto a llamar verdad?, le pregunté yo.  - No. Se fué sin más. Ella, que fue la primera en hablarme de amor, que me hizo soñar sin más, ha desaparecido y yo, que me enamoré como un tonto, no hago mas que esperar y esperar, sin saber muy bien el que. Nos hemos vuelto a ver sólo una vez, pero con más gente alrededor. Ni siquiera hemos tenido una cita para despedirnos,  una última vez en la que yo supiera que era la última vez. 

- ¿Para qué quieres una última vez? Eso te destrozaría del todo, le dije.  - Lo se, pero me hubiese gustado tener esa ultima oportunidad para haberle hecho el amor con todo el corazón y con cierto resentimiento, con la intención de dejarla marcada, y que luego, en la oscuridad de su cuarto, abrazada a su marido, ese recuerdo le impidiese conciliar el sueño, y diera vueltas y vueltas a su cabeza preguntándose por mí. Porque a pesar de que no ha habido ninguna discusión entre nosotros, tengo una mezcla de melancolía y rabia que no se bien como hacer que desaparezcan. Y la quiero y la odio a partes iguales. Pero ella ni me odia lo suficiente como para mandarme de paseo, ni me quiere lo suficiente como para mandarle a él de paseo. 

- Si yo le quiero, y ella me quiere a mi... ¿por qué no esta conmigo? Gran pregunta querido amigo. Quizás, este es el momento en el que la vida nos está dando una nueva lección. Puede ser que aunque toda la vida nos hayan vendido que el amor mueve el mundo, no sea cuestión de amor solamente, sino que aparte de sincronizar dos corazones, hay que sincronizar dos relojes, el que marca tu tiempo y el de la otra persona. Y si esos dos relojes no llegan a ponerse en hora nunca, posiblemente ese amor no vaya a mas. Por mucho que tu la quieras y ella te quiera. 

T.


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