lunes, 14 de diciembre de 2009

mis veinte

Ahora que me queda poco para abandonar los veintitantos y empezar la época de los treinta se me ocurre pensar cómo han sido esos años y todo aquello que he aprendido por el camino.



Con veinte conseguí mi primer trabajo, como no, a través de internet. Una noche aburrida en casa estaba chateando con mil personas a la vez (cuando mi cabeza aún podía mantener mas de dos conversaciones sin liarme) y un chico que extrañamente no me tiraba los tejos, me ofreció trabajo. Mi primer trabajo serio. Ya no iba a llevar a viejos de excursión. Ahora iba a trabajar en una oficina con una moqueta que hacia que estuviera todo el día cargada de electricidad. Era la chispa de la oficina, y nunca mejor dicho.



Mi año de 21 fue bastante estable, me sentia mayor, pero tenia que estar a las 9 en casa para cenar, porque si no, mi madre se mosqueaba conmigo y me decia esa frase que tanto odio "¿Tu que te crees? Esto no es un hotel niña."



Los 22 por contra, me trajeron mucha inestabilidad. Todo estaba patas arriba, me pasaba el dia enfuruñada. Fue la primera y ultima vez que pedí un aumento de sueldo. Me lo denegaron tan rápido, que no pude hacer otra cosa que salir de ahi llorando. Ayyy, que madura era!. Fue el año de hacer la maleta y vivir en otro pais. El año de aprender a poner una lavadora, a cocinar... Tambien fue el año para descubrir que adoro la Shandy y las galletas de mantequilla. Y que las palabras "mierda" y "sabanas" en ingles, se dicen practicamente igual y que me pase tres meses diciendole a la de la lavanderia del hotel que queria mas mierda para las habitaciones (que yo limpiaba). Un error lo tiene cualquiera.



A los 23 descubri que la comida, cuando estas en fase de sufrimiento amoroso, no sabe tan bien como cuando eres feliz, lo que me provoco una perdida de peso considerable. Yo sin barriga!! Me compre unos vaqueros bajos de cintura y me excitaba yo misma viendo como se asomaba la cinturilla de las bragas. Adios a las galletas de mantequilla.



Con 24 tuve mi ultimo piñazo con la moto. Un día, volviendo a casa me caí yo sola, sin ningun coche alrededor que me hubiese dado un golpe, sin una piedra que me hubiese pinchado la rueda, sin ningun motivo que me hubiese hecho perder el equilibrio. Simplemente, me cai, y me despedi para siempre de mi moto. Se acabo. A partir de ahora, iria andando a todas partes. O mejor, haria que alguien me llevase.

Se ve que mis veinticinco pasaron sin pena ni gloria, porque no recuerdo ningun hecho que merezca una especial atencion... Parece que mi cuarto de siglo fue un poco soso en este aspecto.. que le vamos a hacer! No todo puede ser super emocionante no?.

Con veintiseis volví a sentirme como una adolescente de nuevo. Me enamoré de la forma más inesperada que podía haber imaginado nunca. La culpable, una chiquilla de 19 años que hizo que el simple hecho de rozarla hicieran temblar los cimientos de este cuerpo de metro setenta y poco. Volver a sentir esas ganas de tontear, de conquistar, me hicieron volar a lo más alto, pero también me representó alguna que otra dificultad. De ese año, aparte de esto que acabo de contar, también recuerdo con especial sentimiento una conversación con cierto personaje en la terraza de su casa.


Los veintisiete fue el paso definitivo hacia el mundo adulto. Me mudé de casa de mis padres a mi propia casa. Me costó hacerlo, de hecho, pasaron 5 meses entre que firme mi matrimonio con La Caixa y me vine a vivir aqui. Durante el primer mes me levantaba a las 8 de la mañana, hacia la cama, recogia los platos del desayuno y lo tenia siempre todo impoluto. Al mes siguiente, ya me levantaba a las 8.30, y dejaba lo de fregar para por la noche. A los dos meses y medio, decidí que mejor levantarme a las 9.15. Total, me daba tiempo a hacer café y vestirme e irme a trabajar. Ya haría la cama y fregaría los platos por la noche, cuando llegara a casa.

El 2008, y en consecuencia, a mis 28 años de vida, se me despertó ligeramente eso que llaman "sentimiento maternal". Que susto me dió disfrutar de un bebé, aunque ahora me encante jugar con él o cantarle villancicos mientra su madre le destroza el pelo.

Y con 29 he aprendido a ahorrar haciendo la compra, a llevar mis cuentas lo mejor posible, a arreglarme los papeles del paro, a jugar al padel, a caminar por el campo, a disfrutar de una cañita, he vuelto a montar en bici, me he dado cuenta de que los amigos son amigos hasta que dejan de serlo, se relacionarme mejor con mi hermano...Igual es verdad eso que dicen, y es que al final, todos crecemos. Y yo, la verdad, es que me siento bien conmigo misma, que me quiero y que me caigo bien.

Soy feliz, tengo una mujer excepcional a mi lado, a la que quiero con locura, tengo una amiga que está colgada, pero con la que se puede hablar absolutamente de todo, una familia que se va a llevar un susto en breve y un millon de cosas que no viene al caso contar ahora mismo para no aburrir al publico.


T.

10 comentarios:

  1. Eso de que tu familia se va a llevar un susto en breve...creo que me lo conozco. Pero haces bien.
    A tus 29 también has conocido a una niñata que se llama Eli y que de vez en cuando te da el "tostón" por el messenger.
    Una vida de recuerdos y un presente envidiable, te felicito y te deseo que con 30 seas aún mejor y aún más feliz. Yo voy en camino.

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  2. Me encanta todo lo que escribes mi vida, siempre me dejas sin palabras y sin saber que poner, solo quiero decirte que quizas se lleve un susto tu familia, pero como te he dicho mil veces, sólo quiero que se los digas si tu te sientes bien, yo no quiero que sea ninguna obligación, nunca te he obligado a nada y nunca lo haré. Espero que sigamos muchos muchos años juntitas y me digas sin diente eso que me dices ;)


    PD: la paciencia tiene un límite

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  3. Ya te lo comente el otro dia cariño, no lo hago por ninguna obligacion, es solo que yo tambien quiero disfrutar de ciertas cosas con mi pareja, y quiero enseñarte "mi otra casa" y esas cosas.
    Cuando ya no tengamos dientes ¿me dejaras decirtelo? ¿segura? (L)

    T.

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  4. gracias por las felicitaciones :)

    T.

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  5. Muy bueno, nada decir más vale haber visto y conocido que nunca haber vivido. Todo lo que nos pase siempre tiene un valor incalculable, como el chocolate que se quedó en casa y fué descubierto. En fin, por muy malo que sea todo se pasa. TQ Amigüita del alma!

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  6. Anonima lo del chocolate fue una cagada tremenda!!! Tremendus defecus! Yo tb te quiero amigüita mia. Y vuelve ya de Sevilla mi arma!

    T.

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  7. me encanta sois un par de romanticas os felicito de todo corazón sois una pareja envidiable...

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  8. Solo puedo decir que estoy loquita por ella, y que me muero por sus huesos :D Estoy superenamorada(K) te quiero mi vida(K)

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  9. y por la carne que rodea mis huesos tambien no??? :p
    Gracias burbuja. Supongo que esto es una prueba de que el amor existe, pero hay que trabajarselo. Eso si, el "esfuerzo" (entrecomillado porque para mi no es ningun esfuerzo) merece la pena.

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