La rajada

Ayer habiamos quedado las tres amigas: una servidora, Mari y "la otra". Mari es amiga mía desde el instituto, y hemos pasado por rachas mejores y otras un poco más frías. Le ha costado su tiempo asimilar que estaba saliendo con Estefy, pero cuando por fin lo hizo, la acogió con los brazos abiertos, cosa que agradezco no sabeis cuanto. Mari es hetero, vive con su chico, y tiene un bebé que cumplió su primer añito hace un par de días.

"la otra" es mi ex. Je, no puede haber ni un sólo bolloblog donde no se mencione a la ex. Fuimos amigas durante muchísimos años, hasta que nos liamos, nos enamoramos, nos destrozamos, la olvidé (no pluralizo porque no se si ella tambien lo ha hecho o no) y volvimos a intentar ser amigas. Yo realmente, me consideraba amiga suya, pero esta más que claro que ella no es amiga mía. ¿Por qué? Porque si lo fuera, admitiria que tengo una relación con una mujer que no es ella, podría estar en el mismo sitio donde esta estefy, etc. Pero no lo hace. Yo he intentado obviar el tema, hasta que la razón se ha impuesto y he dicho basta. Y en esas estoy, no a la hipocresía, no a dejar mis planes a un lado con estefy porque "la otra" quiera un cafe, no a sentarme a escuchar sus historias fantasticas sobre sus retozamientos con tal y pascual, etc.

En definitiva, que ayer ibamos a quedar las 3, como en los viejos tiempos, bueno, ya somos cuatro, porque el bebe viene incorporado en casi todas nuestras salidas diurnas. Me hacía ilusión volver a estar juntas, en el mismo bar de siempre, bebiendo lo que fuera y hablando de alguna gilipollez. Pero no fue asi. Se rajó, y nos quedamos mari y yo, que fuimos al bar de siempre, a beber cerveza y comer ensaladilla rusa. Mari no lo sabe, pero el hecho de que me haya aceptado, el hecho de que incluya a mi chica en el cumpleaños de su hijo, el hecho de que de vez en cuando salgamos las tres (mi chica, yo, y mari) me hace muy feliz. Igual algún día, cuando las dos estemos igual de melancólicas que ayer, pero con mas ganas de sincerarnos y hablar de nuestras cosas, se lo diré. Y nos pegaremos la pechá de llorar que solemos pegarnos cuando nos contamos lo que pasa por nuestra cabeza de cuando en cuando.

Y ya esta, me he quedado totalmente en blanco y no se por donde seguir, asi que voy a ir cerrando, que se acerca la hora de comer.

Mantequilla a raudales,

T.